-Lo que necesitamos en este pueblo es una prostituta -le dijo el alcalde a la inspectora. Si tuviésemos una prostituta, cuando se enferma la maestra, no tendríamos problema.
Lola C. volvió a casa ese día entre divertida y desconcertada.
-Pero...por qué has dicho eso de la prostituta? -le dijo más tarde un amigo al alcalde.
-Mira, si yo sé que se dice SOSTITUTA, pero así, cuando esta mujer llegue a Toledo, se acordarán de nosotros y pues nos harán un poco de caso los funcionarios del Ministerio, hombre.
La maestra: Pilar López de Ayala (imágenes google).