
Llegó a la recepción y tomó su placa identificativa.
La reunión estaba llena de cincuentones de esa clase de cincuentones con la vida materialmente resuelta, con un par de pisos
en propiedad en zonas turísticas y un patrimonio suficiente como para dejar de trabajar si quisieran. Dejar de trabajar en particular en oficinas tétricas
y bien acondicionadas haciendo actividades absurdas y monótonas. Gente que no había visto crecer a sus hijos, y que se lamentaba
de cuando en cuando por ello, aunque en realidad la excusa de los horarios y agendas supuestamente apretadas eran un ridículo
pretexto para justificar la realidad: pasar tiempo con sus hijos, adolescentes malcriados imbéciles funcionales, caprichosos y adictos al porno
gratuito, era algo que se la traía al pairo.
Gente que se sentía obligada a beber un buen güisqui de cuando en cuando, y cuyo mayor riesgo vital consistía en algún partido de squash con sus colegas de carcel enmoquetada, para tentar al infarto de miocardio.
La reunión estaba llena de cincuentones de esa clase de cincuentones con la vida materialmente resuelta, con un par de pisos
en propiedad en zonas turísticas y un patrimonio suficiente como para dejar de trabajar si quisieran. Dejar de trabajar en particular en oficinas tétricas
y bien acondicionadas haciendo actividades absurdas y monótonas. Gente que no había visto crecer a sus hijos, y que se lamentaba
de cuando en cuando por ello, aunque en realidad la excusa de los horarios y agendas supuestamente apretadas eran un ridículo
pretexto para justificar la realidad: pasar tiempo con sus hijos, adolescentes malcriados imbéciles funcionales, caprichosos y adictos al porno
gratuito, era algo que se la traía al pairo.
Gente que se sentía obligada a beber un buen güisqui de cuando en cuando, y cuyo mayor riesgo vital consistía en algún partido de squash con sus colegas de carcel enmoquetada, para tentar al infarto de miocardio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario